En esta tierra ganadera, la construcción se convierte en uno de los mayores generadores de empleo en los últimos cinco años. En el borde del río Sinú, aunque la ganadería, la agricultura, la salud y el comercio impulsan la economía, el rubro de la construcción está en quinto lugar de las actividades que más empleo generan en Montería.
Para la muestra: entre enero y mayo, la ciudad ha licenciado 239.000 metros cuadrados de futuras obras, de las cuales 158.000 corresponden a vivienda de estratos medios y altos y 15.900 a comercio.
Proyectos de renovación urbana en el borde del río más el muelle turístico, unidos a las fuertes inversiones en infraestructura, vías, trenes, parques industriales y zonas francas han generado un boom de proyectos de vivienda y otros usos sin precedentes. “El desarrollo económico ha generado un movimiento social que demanda bienes y servicios con mayores estandartes y con una visión más aspiracional y definida para cada segmento de la población. En síntesis, cada estrato social se ha enriquecido culturalmente y, por ende, las familias aspiran una mejor calidad de vida”, explica Tomas Mier, presidente de Donvela Investment, una de las empresas promotoras de proyectos inmobiliarios que ha llegado a la región.
Adicionalmente, el relevo generacional conformado por profesionales jóvenes, con familias que comienzan, exigen espacios tanto privados como comunales que les permitan mantener un nuevo estilo de vida con sus niños. En cada generación tanto las circunstancias como las exigencias cambian, y en este momento para el comprador prima más la calidad que la cantidad agrega Mier.
Por su parte María Clara Luque, presidenta de Fedelonjas, explica que Montería es un destino muy interesante para la inversión ya que se proyecta que la bonanza se mantendrá por varios años, lo que permite augurar una muy buena valorización para quienes le apuesten a las propiedades que aún tienen muy buenos precios. Hoy por hoy, Montería es la ciudad del país ´que ofrece las mejores posibilidades de conseguir valorización pues es un área en franco crecimiento, donde las familias buscan un nuevo hogar tanto en venta como en alquiler, indica.
Allí, elementos arquitectónicos para mantener los ambientes más frescos de forma natural y con un mínimo consumo de energía mitigan los efectos del clima. Por ejemplo, proyectos como Azahar cuentan con terrazas verdes que permiten que las corrientes de aire refresque el interior del edificio y fachadas con aleros y jardines con exuberante vegetación.
Pero la locomotora no solo impulsa la vivienda, sino el comercio. En los últimos años han aparecido varios centros comerciales como Plaza Outlet, el más reciente.
Allí, el grupo Mayales tiene previsto invertir 50.000 millones de pesos con 84 locales comerciales, cinco salas de cine, una zona de comidas y parqueaderos. Así mismo, se proyecta La Ría, en la margen izquierda del río.